martes, 6 de marzo de 2007

Parque Natural "Sierra de Huétor"


Introducción

El Parque Natural Sierra de Huétor fue declarado como tal por ley en julio de 1989. Sus primeros instrumentos de planificación -el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) - fueron aprobados en mayo de 1994. Transcurrido el plazo de vigencia de estos primeros planes, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó nuevos planes de ordenación y gestión del Parque Natural en marzo de 2004.

Estos nuevos instrumentos de planificación son el fruto de una exhaustiva revisión de los contenidos y la estructura de los documentos anteriores y del análisis de los resultados de su aplicación.

Además, otras circunstancias han contribuido al modelo de PORN y PRUG que ahora se aprueba. El acervo normativo actual y la situación de la planificación ambiental, territorial y sectorial difieren sustancialmente con respecto a su situación a principios de los años noventa. Esto se ha tenido especialmente en cuenta en la elaboración de los nuevos documentos, procurando garantizar su integración en el nuevo marco normativo y su articulación con otros instrumentos de planificación.

En este sentido, es necesario destacar el proceso de integración ambiental en el que actualmente se encuentran inmersas las políticas territoriales y sectoriales.

Poco a poco, la conservación del medio ambiente sale de las fronteras de los espacios protegidos para llegar a todos los ámbitos de la Comunidad Autónoma.

Hay que señalar que el PORN y PRUG se configuran y consolidan como dos herramientas con alcances y contenidos claramente diferenciados. El PORN, como instrumento de ordenación, distribuye y asigna los usos en el territorio de acuerdo con la capacidad natural de los ecosistemas, procurando el uso múltiple de los mismos.

A la vez, por su situación prevalente en el sistema de planificación del Parque Natural, el PORN esboza las estrategias básicas para garantizar la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales existentes en el mismo.

Todo esto se materializa a través de la zonificación del espacio, del establecimiento de una normativa general y otra particular para cada tipo de zona y del desarrollo de directrices para la formulación de otras políticas sectoriales y territoriales.

El PRUG, por su parte, regula de manera específica los distintos usos y actividades que son compatibles en el Parque Natural, concretando los criterios de gestión y las actuaciones que son prioritarias en el mismo.

Se trata de instrumentos complementarios, el primero de carácter estratégico y vigencia indefinida, mientras que el segundo tiene un carácter operativo y una vigencia de ocho años. En ambos casos se contempla la posibilidad de su modificación o revisión y, en el caso del PORN, a evaluaciones periódicas cada diez años.

Sierra de Huétor


La Sierra de Huétor es un conjunto montañoso de media altura perteneciente a las Cordilleras Béticas. Su relieve es complejo, labrado sobre caliza, donde alternan llamativas elevaciones montañosas, estrechos barrancos, tajos, calares y arroyos. Valiosos paisajes son perceptibles desde dentro y fuera de la sierra, realzados por el verde tapiz de sus bosques, los intrincados cursos del agua y la proximidad de Granada y Sierra Nevada.

Circunstancias que han hecho de esta sierra lugar concurrido de ocio, esparcimiento y disfrute de la naturaleza para los habitantes de Granada y su corona metropolitana.

Medio Físico

La complejidad del relieve de la Sierra de Huétor deriva de su historia geológica en la que se formara un sustrato en el que se encuentran distintas unidades y formaciones. Dominan, sobre todo en la parte central y meridional del Parque Natural, los materiales alpujárrides, que alternan con maláguides y afloramientos tectónicos de origen subbético. Abundan, en consecuencia, las rocas carbonatadas, sobre todo las dolomías.
Los materiales calizos son materia prima para los fenómenos kársticos, provocando un modelado particular del terreno y abundantes oquedades, entre ellas simas y cuevas como la del Gato o del Maestro que son motivo de atracción desde antiguo.

También es elemento geológico de interés las agujas, que son pináculos verticales producto de la diferente resistencia de los materiales a la erosión hídrica. Tienen su más significada representación en las cumbres del Llano del Fraile.

Como lugares de interés geológico para uso turístico, didáctico, y cultural se citan, además de otros elementos superficiales, algunos fenómenos de karstificación interna: La orografía y el sustrato no ayudan a la evolución de los suelos, que son en general muy pobres, aunque con capacidad suficiente para sostener el uso forestal al que se destinan.

El clima mediterráneo es el propio de la región, con su característica alternancia estacional de periodos fríos y húmedos con otros cálidos y secos, siempre sobre pautas anuales e interanuales muy irregulares; aunque aquí se manifiesta condicionado por el relieve y la variabilidad altitudinal.

Las precipitaciones son considerablemente superiores a las de las altiplanicies y depresiones del entorno, como también son distintas otras variables climatológicas, como la temperatura, la humedad o los vientos. La sierra se comporta como una isla bioclimática en un territorio donde es perceptible cierta continentalización del clima y en el que, por tanto, se valora su existencia.

En el relieve y en la dominancia de los vientos de poniente se encuentra la explicación al hecho de que la mayor parte de las lluvias se produzcan en las zonas central y septentrional. Los registros pluviométricos crecen con las cotas, y con ellas y la exposición también aumenta la variabilidad de microclimas y hábitats.
Así, a partir de una cierta altura en los lugares más umbríos se encuentran testigos de antiguos bosques caducifolios con la presencia de quejigos. Tal es el caso de la Cañada del Moro, Cueva del Sol, Cortijo Nuevo, Cuerda de los Gitanos, Cerro del Corzo, Cerro del Carbonero, Collado de las Minas, Cerro Garay o Los Torcales.

Los rangos termométricos son amplios, tanto entre estaciones como entre el día y la noche. Las diferencias de las temperaturas medias entre invierno y verano son superiores a 15 ºC.

Forman parte de la red hidrográfica numerosos barrancos y arroyos, así como algunos ríos de mayor entidad, que tienen sus nacimientos en las zonas altas.


Las aguas tienen una alta calidad, aunque el régimen dominante sea torrencial. No obstante algunos arroyos (Prado Negro, Perdices) y barrancos (Majalijar, Sillar) tienen caudales permanentes.

Ríos y arroyos desaguan hacia el Genil en su mayor parte, salvo en la zona norte en la que el Fardes conduce las escorrentías hacia el Guadiana Menor. Son también ríos importantes el Beas, Darro y Bermejo.

El roquedo calizo es permeable por fisuración y karstificación, permitiendo la circulación de aguas subterráneas. Se diferencian tres unidades acuíferas: Sierra Arana, Corredor de Cogollos-Vega y la Peza, que alimentan manantiales y surgencias repartidos por la sierra y su entorno, que tienen su importancia para el abastecimiento de poblaciones y para agricultura.

Biodiversidad

En la Sierra de Huétor conviven numerosas formaciones vegetales, como encinares, quejigales-acerales, melojares, saucedas y choperas mediterráneas, sabinares, retamares y otros matorrales mediterráneos o pastizales de alta montaña. La mayoría consideradas como Hábitats de Interés Comunitario.

La variedad de ecosistemas del Parque Natural se refleja precisamente en el inventario de éstos hábitats, que han resultado ser catorce, cinco de ellos considerados prioritarios: pinares (sud-)mediterráneos de pinos negros endémicos, prados calcáreos kársticos o basófilos del Alysso-Sedion albi, manantiales petrificantes con formación de tuf, estanques temporales mediterráneos y bosques endémicos de Juniperus spp.

Los encinares tienen una extensión limitada, pero con amplias posibilidades de expansión por evolución dirigida de ciertas masas de pinares de repoblación. Los quejigales y acerales son formaciones singulares de carácter relicto que se mantienen en zonas umbrías y húmedas, aunque sin alcanzar la categoría de bosques. Acompaña a quejigos y arces un estrato arbustivo constituido por espinares. Sus principales manifestaciones están en barrancos de la cabecera del Río Fardes, al sur y este de Prado Negro y también, entre pinos y encinas, en la pista hacia la venta El Molinillo. Los melojares se han sido arrastrados a la marginalidad, al ocupar su espacio pinos de repoblación, como en los alrededores de Fuente Fría. Los tomillares dolomíticos cobijan un gran número de endemismos que le confieren especial interés botánico, caso de los situados en la cara sur de la Sierra de la Yedra, Peñón de Víznar, Cerro de El Púlpito, Collado de la Mora, alrededores de Calar Blanco, Cerro de la Semilla o en la cercanía de las canteras Los pinares autóctonos se sitúan en pendientes muy acusadas colonizando roquedos calizos o dolomíticos con escasa humedad. El arbolado es poco denso, y está formado por pinos resineros acompañados de sabinas y, en menor medida, enebros y carrasquillas. En las zonas más duras aparece el endemismo bético Echinospartum boissieri, citado en el barranco Peñón de Víznar y entre Huétor Santillán y el Puerto la Mora.

Los pinares de repoblación son los bosques más abundantes en el Parque Natural, llegando a ocupar hasta dos tercios del mismo, sobre todo de la parte occidental. Tienen un arbolado denso, que dificulta el crecimiento de arbustos, formado por pinos carrasco, salgareño, resinero y albar. Puntualmente se utilizaron especies pertenecientes a los géneros Tsuga, Picea, Abies, Larix y Sequoia, que con el tiempo han adquirido una considerable proyección paisajística, a pesar de las reducidas dimensiones de estas intervenciones.
En total se han catalogado, dentro del conjunto florístico del Parque Natural, 53 endemismos andaluces y 92 ibéricos, ibero-mauritánicos o bético-mauritánicos.Centáurea montícola.

Se encuentran, además, varias especies vegetales incluidas en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas como vulnerables: Sarcocapnos crassifolia subsp. Speciosa, Centaurea debeauxii subsp. Nevadensis, Centaurea monticola, Helianthemum raynaudii, Prunus insititia, Prunus mahaleb, Salix eleagnos subsp. Angustifolia, Santolina elegans, Sorbus aria y Viburnum lantana.

También respecto a su fauna silvestre hay motivos de consideración para el Parque Natural, ya que su diversidad de hábitats acoge una variada fauna entre la que destacan la cabra montés y el jabalí, como grandes mamíferos, zorro, gineta, comadreja, garduña y gato montés como carnívoros, así como conejos, topillos, tejones, lirón careto o el musgaño de Cabrera, un endemismo ibérico éste.


Entre las aves resaltan las rapaces por la presencia de águilas (real, perdicera y calzada), azor, búho real, halcón peregrino, gavilán, mochuelos y cárabos; y también otras aves como petirrojo, mosquiteros, perdices, arrendajos, colirrojo real o la tórtola común.

Entre los reptiles se encuentran varias especies de lagartijas, la culebra de escalera y la bastarda, así como la víbora hocicuda. De los anfibios se distingue el galápago europeo, sapo partero bético y el sapillo moteado ibérico.

Es precisamente en el medio acuático donde curiosamente se localizan ciertos hábitats de especial interés, ya que son habitados por colonias de invertebrados con presencia de varios endemismos y del cangrejo de río autóctono, éste considerado en peligro de extinción en Andalucía. También destacan en algunos lugares las poblaciones de trucha común.

Otros invertebrados tienen sus hábitats en distintos lugares del Parque Natural. Así, la Sierra de Alfacar destaca como lugar de especial interés para lepidópteros, en especial de Ropaloceros (mariposas diurnas). Las cuevas son lugar de refugio para numerosos artrópodos, como Origmatogona tinauti, citado exclusivamente en la Cueva del Agua de Prado Negro. La mariposa Graellsia isabelae está incluida en el listado de especies de interés comunitario.

Algunas de las especies animales del Parque Natural forman parte del Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, como el ya mencionado cangrejo de río autóctono y el águila perdicera, ésta en la consideración de vulnerable.

Paisaje

La multiplicidad de formas que juntos proyectan el relieve y la vegetación llega a sorprender al aficionado a la contemplación de paisajes. Profundos surcos fluviales, cumbres resecas en las que se muestran las infinitas variaciones del modelado kárstico, la gran masa forestal, el entorno agrario y urbano y la imponente presencia de Sierra Nevada en el horizonte son, entre otras, piezas destacadas de los paisajes de la Sierra de Huétor.

La huella humana es perceptible no sólo en construcciones e infraestructuras (la autovía A-92 divide en dos el Parque Natural por lo que también es pieza paisajística destacada), sino que lo es además en la vegetación y en el mismo relieve, puntualmente transformado por canteras e infraestructuras, y en numerosos vestigios que las distintas culturas y acontecimientos que aquí tomaron asiento han ido dejando como rastros superpuestos.

Usos y aprovechamientos

Usos del suelo

La práctica totalidad del Parque Natural tiene uso y vocación forestal, donde la propiedad o la administración pública de los montes tiene un peso decisivo.

Los principales recursos son la madera, la caza, las setas, la apicultura y el aprovechamiento ganadero y, sobre ellos, el de la potencialidad del espacio para su uso recreativo, dada la proximidad de la aglomeración urbana de Granada y la atracción que esta sierra ejerce sobre su población.

El aprovechamiento más importante, en un estricto sentido económico, es el de la ganadería, fundamentalmente por las cabañas ovina y caprina que pastan libremente según manejos tradicionales.

La agricultura mantiene pequeños enclaves dispersos en la periferia del Parque Natural, como los cortijos del Sillar Alta o el de la Ermita y el Despeñadero.

La caza sostiene una economía considerable, tanto en la variedad menor (conejo, perdiz, tórtola, zorzal.) como mayor (jabalíes y cabra montés). La pesca deportiva tiene su soporte en coto truchero del río Fardes. Un vedado de pesca cubre la totalidad del arroyo de Las Perdices.

Las canteras tuvieron una amplia actividad cuya huella es hoy patente en varios parajes. Actualmente se mantiene la actividad para áridos a partir de calizas dolomíticas.

Uso público y turismo

La Sierra de Huétor atrae un número creciente de visitantes que la tienen como espacio habitual de ocio y esparcimiento. La ordenación del uso público es, por ello, una de las prioridades en la gestión del Parque Natural.
La red de equipamientos y servicios públicos se ha incrementado notablemente en los últimos años. El Centro de Visitantes de Puerto Lobo es el elemento central de la misma, desde donde se articula una oferta que incluye tres áreas recreativas, una zona de acampada controlada, siete senderos señalizados y dos miradores, entre otros.

Uso público y educación ambiental son conceptos indisolubles en el modelo de gestión del Parque Natural. Campañas de divulgación, formación y actuaciones con voluntariado ambiental se desarrollan de forma continua para hacer posible la extensión de una conciencia colectiva propicia a la conservación del patrimonio común, ambiental y cultural.

1 comentario:

ABRAHAM LÓPEZ MORENO dijo...

Fascinante, no la conocía y es verdaderamente maravillosa la sierra de Huétor. Aprovecho para darle publicidad a la mia:
El Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, es el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa con 214.300 Has. Situado al este y nordeste de la provincia de Jaén. Está declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Estoy realizando un blog sobre Cazorla y su sierra y deseo compartirlo con todos vosotros.

La dirección es la siguiente:

http://panoramicacazorlense.blogspot.com/

Dejar en ella todos los comentarios que queráis.
Espero que os guste y la disfrutéis.

Un saludo.

Abraham